Espejito, espejito… La vanidad se define como un tipo de arrogancia, engreimiento, una percepción exagerada de la soberbia. De acuerdo a la teología cristiana clásica, la vanidad hace que las personas no necesiten a Dios. Ellas son su propia divinidad. Las historias de Lucifer y Narciso cuentan sobre este comportamiento de idolatría sobre el propio ser. Alrededor de 375, Evagrio Póntico clasificó los ocho pecados que, según él, atraían al hombre al infierno. Entre las tentaciones para el alma, la vanidad era una de las más letales. Según Evagrio, este comportamiento corrompía todo lo que tocaba, siendo como un tumor del alma lleno de pus que, al alcanzar la madurez, se descompone en un desagradable desastre. - See more at: http://milagrosbermudez.com/mujeres-al-dia-vanidosas/#sthash.M6RbxIEZ.dpuf
Me vuelve loca mi forma de ser… A mí me vuelve loca mi forma de ser… Si bien la vanidad se relaciona en sentido estricto en el hecho de exagerar la medida en la que importa la forma de verse (cómo nos vestimos, nos arreglamos) excediendo lo conveniente, no sólo las vanidosas aman su cara, su cuerpo o apariencia. También veneran su forma de ser. Es más bien una especie de adicción que puede convertirse en muy dañina a largo plazo, que puede ocasionar inseguridad, irritabilidad e incluso depresión. Las personas vanidosas suelen tener conflictos con las personas en su entorno, que no les perdonan que pretendan que lo más importante sean siempre ellas mismas. - See more at: http://milagrosbermudez.com/mujeres-al-dia-vanidosas/#sthash.M6RbxIEZ.dpuf
